Enfermedades psicosomáticas

Seguramente muchos han oído hablar sobre este tipo de enfermedades pero, ¿qué son exactamente?
En muchas ocasiones, acudimos al médico porque tenemos alguna dolencia o molestia y tras hacernos un chequeo, éste no encuentra nada en nuestro organismo que justifique lo que nos ocurre. Esto a veces causa cierto desconcierto, ya que es más cómodo y tranquilizador encontrar una causa física y aplicar un tratamiento, que entender y aceptar que es nuestra mente la que puede estar originando o manteniendo la alteración.

Las enfermedades psicosomáticas son producidas cuando la relación mente-cuerpo se ve alterada debido a emociones displacenteras, sentimientos negativos, modificaciones del ciclo vital o situaciones de alto impacto emocional, las cuales producen estrés, que puede representarse en forma de síntomas o enfermedades físicas.
En cierto modo podríamos decir que éste tipo de enfermedades son la inscripción de nuestras emociones en el cuerpo.
Esta clase de conflictos psicosomáticos son tratados por la Medicina Psicosomática, muy extendida en Alemania y Holanda, donde es una especialidad médica más. Tiene en cuenta las emociones y las analiza desde un enfoque terapéutico, es decir, que engloba a la persona como un ser bio-psico-social.
Son muchas las enfermedades físicas que pueden manifestarse a causa de las emociones negativas: diabetes, enfermedades gástricas, alergias, enfermedades endocrinas, incluso cáncer entre otras muchas.
Según el psicoanalista Freud, las tres causas de emociones negativas o sufrimiento son: los desastres de la naturales, el propio cuerpo, o las relaciones con otros seres humanos, siendo ésta última la causa más frecuente de los trastornos emocionales.
Pero las emociones no surgen de la nada, cada persona es diferente. Es la capacidad de percepción y afrontamiento de cada persona la que la hace más o menos vulnerable a este tipo de afecciones. Normalmente suelen aparecer como un síntoma que persiste durante meses sin evolucionar en ningún sentido, ocasionando una molestia crónica que vamos soportando como podemos, y aunque sea tratado farmacológicamente, no desaparece o bien aparece otra molestia distinta.
Actualmente, este tipo de enfermedades no son muy conocidas, y en el ámbito hospitalario no están completamente integradas. Pero lo que si está claro es que desde el punto de vista científico actual, los factores psicosociales juegan un enorme papel en muchas enfermedades.